Serbia

Cómo llegan:

Una de las grandes revelaciones en las pasadas eliminatorias, sin lugar a duda, fue el conjunto serbio.

Los dirigidos por Dragan Stojković se clasificaron invictos en el grupo A. Consiguiendo su boleto directo en el partido decisivo; donde vencieron de visita a la Portugal de Cristiano Ronaldo en el último minuto del encuentro. Además, se clasificaron como el conjunto más goleador de su grupo, anotando 18 goles en 8 encuentros (uno más que Portugal).

Esta será la segunda clasificación al hilo de las Águilas Blancas que buscan mejorar lo hecho en la pasada copa del mundo donde solo pudieron vencer a Costa Rica y terminaron cayendo contra los mismos rivales que enfrentarán en Qatar 2022. Es tiempo de revancha para una selección con talento nuevo (Dušan Vlahović- Nikola Milenković) que ha venido evolucionando desde su última participación mundialista.

Equipo y estilo de juego:

El conjunto serbio tiene una de las mejores generaciones de su historia. Un equipo equilibrado que mezcla talento joven y experiencia con mucha calidad en cada una de sus líneas.

Las águilas blancas se paran en el campo con un 3-5-1-1 o un 3-4-1-2 con el que pretenden ser protagonistas del partido. El conjunto serbio basa su idea en ser un cuadro que explote las cualidades de sus jugadores a partir de ser un bloque ordenado. Su gran virtud está en ser un equipo que prioriza lo colectivo antes que lo individual.

En faceta defensiva, Serbia es una de las pocas selecciones que prioriza la juventud en su primera línea. A excepción de Matija Nastasić y Stefan Mitrović. Su zaga no supera los 26 años.

Nikola Milenković, Strahinja Pavlovic y Milos Veljkovic forman la línea de “3” más habitual en el equipo. Serbia es un conjunto que suele aglutinar mucha gente dentro del área cuando sus líneas de presión son superadas. Hasta siete jugadores se juntan en repliegue, lo que hace muy difícil para los equipos rivales encontrar espacios por dentro. La falla en su modelo es que al juntar tanto sus líneas suelen ser muy permisivos a la hora de dejar meter centros al área. Terminan sufriendo de más contra equipos que trabajan bien en amplitud.

Su fase de presión alta es otro de sus puntos más trabajados. Los delanteros saltan sobre los centrales y los carrileros sobre los laterales; lo que provoca el adelantamiento de sus líneas para tener más hombres en campo rival. Si la presión no da resultados, viene el repliegue en bloque, dejando solo a los delanteros en punta.

De medio campo hacia delante es donde Serbia encuentra su gran diferenciador. Sin romper la línea de “3”, las águilas blancas rotan entre dos modelos.

El primero es el 3-4-2-1 (3-4-3), esquema que utilizan ante rivales de mayor peso que saben tomaran la iniciativa. Con la intención de protegerse Serbia junta a tres volantes en el mediocampo. Dos de condiciones defensivas como Nemanja Gudelj (Sevilla) y Saša Lukić (Torino), y otro volante más ofensivo como Sergej Milinković-Savić (Lazio) que juegue en la misma línea cuando defienden y unos metros más adelante cuando atacan con la intención de ser un media punta que acompañe a Dusan Tadić en la creación del juego ofensivo.

Tadić es el comodín ofensivo jugando por detrás del delantero. Sumándose como un segundo atacante o siendo un armador de juego que se tire en banda o dirija entre líneas.

Como único delantero está su joven estrella Dušan Vlahović. La principal cualidad del delantero de la Juve es su juego de espaldas para dejar de frente a sus compañeros, pero también se mueve con muchísimo sentido al espacio y es capaz de armarse una jugada él solo. Un “9” muy completo.

El segundo esquema (3-4-1-2) solo ve un cambio, pero es un movimiento que hace mucho más peligroso al frente al conjunto balcánico. Dragan Stojković da entrada a Aleksandar Mitrović y sacrifica a uno de los volantes de recuperación (Lukić). Esto le permite liberar mucho a Vlahović y retroceder unos metros a Tadić, dándole un rol más de creador. Serbia pierde circulación por el medio, pero gana un delantero muy físico que preocupe por aire (así consiguieron su gol agónico contra Portugal).

La función de los carrileros en ambos esquemas es la misma. En construcción mantenerse abiertos para dar amplitud y profundidad por las bandas y en repliegue juntarse para formar un bloque de cinco (siete con los dos pivotes retrocediendo).

Por carril izquierdo Serbia tiene la ventaja de tener a un jugador que conoce perfectamente la posición. Filip Kostic fue una de las claves para que el Eintracht Frankfurt fuera campeón de la Europa League con un sistema similar. Kostic es un ferrocarril con muchísimo sacrificio y llegada. 

Por la otra banda Stojković puede optar por dos carrileros de condiciones más asociativas como Filip Đuričić y Darko Lazović o uno de mucho más recorrido ofensivo como Andrija Zivkovic, este último siendo el más recurrente jugando a pie cambiado.

Las águilas blancas tendrán que emplear a fondo sus recursos si es que quieren sobresalir en este grupo G. La batalla por el segundo lugar no será nada fácil.

Director Técnico