XI Portugal

Portugal

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Foto: Diario AS

Cómo llegan:

La selección comandada por Cristiano Ronaldo se presenta en Qatar 2022 con una de las generaciones con más talento de su historia. Los lusos tienen equipo de sobra para formar dos selecciones. Solo Francia cuenta con un palmarés igual en su escuadra.

El combinado portugués es sinónimo de talento, mas no de buen juego. La crítica para los dirigidos por Fernando Santos es que, a pesar de contar con tantas variantes para proponer un juego mucho más vistoso, se inclina por ser un equipo mucho más reactivo.

Portugal por momentos se atasca cuando debe ser quien lleve la iniciativa y termina sufriendo ante rivales de menor peso. Tal es el caso de su reciente clasificación europea donde los lusos, a pesar de jugar en casa e ir arriba en el marcador, terminaron perdiendo ante un conjunto serbio que nunca dejó de empujar.

Como resultado de la derrota, Portugal tuvo que buscar su lugar en la repesca europea. Superaron con complicaciones a Turquía en primera ronda y en el duelo definitivo por un boleto directo fueron muy superiores a Macedonia del Norte, a quien derrotaron por 2-0. Un camino empedrado que pudo haberse evitado.

Esta quizás sea la última oportunidad para un Cristiano Ronaldo que llegará con 37 años. El portugués ya conquistó contra todo pronóstico la Eurocopa en 2016 y la UEFA Nations League en 2019, y espera alcanzar el máximo título en la justa árabe, donde a pesar de sus nombres, Portugal no parte como una de las favoritas.  

Enfrente tiene un grupo H que en papel luce bastante accesible. Veremos hasta donde le alcanza al talentoso equipo portugués.

Equipo y estilo de juego:

Cuando se repasa la lista de seleccionados portugueses no se entiende porque Portugal opta por ser un conjunto mucho más reactivo teniendo jugadores (sobre todo de mitad para delante) para construir un juego de mucha más asociación.

A Portugal le pasa algo parecido a la selección inglesa. Su técnico, Fernando Santos, a pesar del talento del grupo prefiere esperar en un bloque medio que explote en transición a partir del desequilibrio de sus atacantes. Su plan de juego siempre ha estado basado en la solidez de su bloque defensivo antes que en el juego de construcción de sus atacantes (así ganó la Euro 2016). A los lusos les cuesta construir desde atrás y sufren ante equipos que se repliegan y ceden la iniciativa.

Sin embargo, al técnico portugués lo ha alcanzado una generación que por condiciones pide a gritos jugar a otra cosa.

En el acostumbrado 4-3-3 no hay muchas dudas en defensa con un veterano Pepe que en selección incrementa su nivel y un Rubén Días que a tope es uno de los mejores defensores del planeta. Centrales de garantía para las pretensiones de Fernando Santos. En las laterales João Cancelo y Raphaël Guerreiro parecen ser los mejor parados, aunque Diogo Dalot y Nuno Mendes pueden perfectamente sustituirlos cuando las pretensiones del equipo sean diferentes.

4-3-3 vs Francia (Fase de Grupos Eurocopa)

El parado en presión y el sentirse más cómodo sin balón no ha cambiado. Lo que si se pudo observar en los últimos partidos es un intento por proponer mucho más, ya sea en construcción o en verticalidad. En esa idea hay dos escenarios que se repiten en el conjunto portugués:

El primero de ellos es un 4-3-3 mucho más familiar donde Bernardo Silva parte como falso extremo por derecha para desde ahí triangular con su interior (Renato Sánchez o Bruno Fernandes) y su lateral (Cancelo) que es perfectamente capaz de interiorizar para sumarse como mediocampista. Con Bernardo por banda ganas mucho juego entre líneas sin perder el encare y la verticalidad, además de poder utilizar un volante como João Moutinho que acompañe al pivote (Danilo Pereira o João Palhinha) para liberar a Bruno de tareas defensivas o activar a Renato Sanches, un box to box con mucho arrastre de pelota, despliegue y llegada desde segunda línea.

El segundo escenario también gira en torno al “10” portugués. Si se opta por usar al jugador del Manchester City como interior, Portugal gana un extremo más encarador o un delantero como André Silva que acompañe a Cristiano. En ese contexto Bernardo Silva tiene la libertad de bajar para recibir el balón y ser un armador de juego alado o por detrás de Bruno Fernandes que parte como interior por izquierda, pero juega mucho más cerca de los delanteros. Los lusos ganan mucha movilidad en el mediocampo, pero pierden un interior con mucho más oficio para defender.

El frente de ataque tampoco es muy claro. Salvo Cristiano, ningún otro jugador parece tener ganada la partida; y es que las bandas tienen infinidad de opciones. Rafael Leão, y Gonçalo Guedes son opciones más encaradoras. João Félix, Diogo Jota y el mismo Bernardo Silva jugadores mucho más asociativos; y ante la negativa de Cristiano de actuar como único punta y seguir arrancando por izquierda; André Silva para acompañar cargando el área.

Portugal está lejos de desplegar un fútbol brillante, pero a la selección lusa le sigue alcanzando con pegar en momentos importantes. Poco tiempo para cambiar un estilo de juego con un entrenador que ya lleva ocho años en el cargo. La intención existe, pero la ejecución en momentos de presión es muy diferente, ahí los lusos se apegarán a lo que más conocen: esperar su momento.

Director Técnico

Fernando Santos
Nacionalidad: 🇵🇹
Entrenador desde 2014
4-3-3 invariable (modelo cambia en base a interiores y extremos escogidos).
Campeón Euro 2016. Campeón UNL 2019. Equipo reactivo a pesar de grandes nombres. Transiciones rápidas (explosividad al frente). Bloque medio (falto de ideas en construcción).

Estrella

Foto: Reuters

Cristiano Ronaldo

Pocos jugadores tan decisivos como el portugués. A sus 37 años Cristiano sigue liderando una generación que viene empujando fuerte. Ya no cuenta con la velocidad o el regate de antes, pero sigue siendo un finalizador que puede aparecer en cualquier momento. Arrancando como centro delantero o extremo por izquierda, Cristiano da más que goles. Apoyos, movimientos al espacio y asistencias. Última oportunidad para alcanzar un título que viene persiguiendo toda su carrera.


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