Premier League 2015-2016:
La historia de Cenicienta del Leicester comenzó al descender a la tercera división en el año 2009. Una inyección de capital le permitió a los Foxes hacerse del dinero suficiente para emprender un proyecto que les permitiera ascender de categoría. Se quedaron muy cerca de lograrlo en el año 2013, donde enfrentaron al Wattford en unos playoffs de película para acceder a la final. Un penal fallado en el agregado, seguido de una contra que terminó en gol de los contrarios los dejó en la lona. Sin embargo, el equipo supo reponerse y en 2014 lograron su tan anhelado ascenso a la máxima categoría del fútbol inglés.
El regreso no fue para nada sencillo, estuvieron en el sótano de la Premier la mayor parte del campeonato y tras perder con el Tottenham necesitaban 7 puntos para salvarse a falta de 8 jornadas por jugarse. Los Foxes apelaron al milagro y lograron conservar la categoría con una impresionante racha de 7 victorias y 1 empate.
Para la temporada 2014/2015 la dirección del club tomó la sorpresiva decisión de despedir al entrenador que los había ascendido y había logrado salvar la categoría (Nigel Pearson) y decidieron dejarle las riendas del equipo al técnico italiano: Claudio Ranieri.
Los Foxes tuvieron un buen inicio de temporada y lograron llegar invictos a la jornada 7, donde cayeron ante el Arsenal por un marcador de 2-5. Parecía una bofetada de realidad ante uno de los grandes de Inglaterra, sin embargo, supieron reponerse y lograron triunfos consecutivos hasta lograr ocupar la primera posición por primera vez en la temporada.
Un empate ante el Manchester United en la siguiente jornada les quitó el liderato, pero el equipo se mantuvo firme y logró resultados importantes ante los principales contendientes, donde destaca, el triunfo ante el Chelsea (campeón defensor) por 2-1 y un partido muy peleado ante el Everton donde lograron imponerse por 3-2.
Esperaban Liverpool y Manchester City, dos partidos durísimos para terminar la primera parte de la temporada. Liverpool fue el único equipo que pudo vencerlos antes de terminar la primera vuelta y en la siguiente jornada un empate sin goles ante el Manchester City le permitió a los de Ranieri mantenerse en la parte alta de la tabla. Concluía así, una primera fase del campeonato que llenaba de ilusión a los aficionados.
La segunda vuelta sería el verdadero reto para lo Foxes. Iniciaron con un empate ante el Bournemouth, seguido de una victoria importantísima en el patio del Tottenham de Pochettino. El envión anímico estaba por los cielos y tras una victoria contundente por 3-0 ante el Stoke City los de Ranieri se afianzaban en el liderato, y entonces llegó febrero.
Al Leicester le esperaban en partidos consecutivos el Liverpool de Klopp, el City de Pellegrini y el Arsenal de Wenger. Dos de tres en calidad de visitante contra rivales directos en la lucha por la clasificación. Los Foxes empezaron con el pie derecho imponiéndose con autoridad 2-0 ante los reds (golazo de Vardy incluido).
En el segundo encuentro un Manchester City en casa y a solo tres puntos de diferencia buscaba cortar la buena racha de los de Ranieri, pero se encontraron con un Leicester sólido y seguro en todas sus líneas. Un 3-1 que los colocaba con 5 puntos de ventaja sobre su más cercano perseguidor: el Arsenal.
Su tercera prueba fue la más difícil. El Leicester se adelantó en el marcador, pero una expulsión a falta de 30 minutos cambió el partido. El Arsenal empató por conducto de Walcott y en la última jugada del partido (minuto 94¨) un centro de Özil encontró la cabeza de Welbeck para darle la victoria a los gunners y colocarlos a solo dos puntos de distancia. El Arsenal volvía a ser el verdugo de los albiazules.
Al Leicester le costó trabajo retomar la inercia, dos partidos complicados ante el Norwich y el West Bromwich hacían pensar que sería difícil mantener el liderato, una vez más los de Ranieri debían mostrar la consistencia que se necesita para ser campeón.
Los albiazules lograron cinco victorias consecutivas. Con solo 5 jornadas por jugarse Leicester City se despegaba a 7 puntos del segundo lugar. El título se veía más cerca que nunca.
La jornada 34 puso a prueba a los Foxes, una expulsión de Vardy condicionó el partido y puso al West Ham a la cabeza, parecía que los Foxes perderían el partido, hasta que apareció un penalti al 90+5¨para permitirle a Ulloa vestirse de héroe una vez más.
El partido siguiente no tuvo complicaciones y los albiazules vencían con contundencia al Swansea City (4-0).
Sería en la antepenúltima jornada donde el Leicester tendría la oportunidad de coronarse y que mejor lugar para hacerlo que el teatro de los sueños. Una victoria en Old Trafford le daría el título a los de Ranieri. El partido no fue nada fácil, Manchester United se jugaba el cuarto lugar con miras a ocupar puestos de Champions League. Al final, los Red Devils terminaron postergando la fiesta del Leicester con un empate. Habría que esperar resultados, un empate o una derrota del Tottenham ante el Chelsea les daría el campeonato.
Los jugadores se reunieron en casa de Vardy esperando que el irregular Tottenham cayera ante el Chelsea de Mourinho. Las cosas no empezaron nada bien, un 2-0 le daba la ventaja momentánea a los Spurs, pero como en toda la temporada la inconsistencia se hizo presente en el equipo de Pochettino, y a falta de 7 minutos, Hazard le daba el empate al Chelsea.
Lo que parecía imposible al inicio de temporada se hacía realidad. Un cuento de hadas que solo el fútbol puede regalar. El modesto equipo albiazul, cuyas probabilidades de ganar la liga eran de 5000 a 1, se hacía con el campeonato doméstico más exigente del planeta.
Muchos dirán que fue la Premier League más irregular de los grandes de Inglaterra y en parte tienen razón, los Foxes le sacaron ventaja de 10 puntos al segundo lugar (Arsenal), 11 al tercero (Tottenham), 15 al cuarto (Manchester City) y quinto lugar respectivamente (Manchester United) y 31 al excampeón Chelsea que increíblemente ocupó el décimo lugar. Aun con la extraña irregularidad de los grandes equipos, el Leicester mostró carácter en momentos críticos de la temporada, supo resolver partidos donde no hubo claridad, reponerse a marcadores adversos y sobre todo explotar su ´principal virtud: saber a qué juega y potencializar a cada una de sus fichas.
El Leicester City de Ranieri fue un equipo compacto, organizado y comprometido a nivel táctico, pero sobre todo un equipo con mucho corazón y ganas de trascender.
Análisis de la plantilla:
 | Kasper Schmeichel: Portero que destaca por sus grandes reflejos y seguridad a la hora de salir. Sus actuaciones individuales lo consolidaron como un portero top y le permitieron al Leicester salir avante en varios juegos de la temporada 2015/2016. No tiene los reflectores de otros arqueros, pero sin duda es uno de los mejores porteros del mundo. (Seleccionado danés). |
 Foto: zimbio.com | Danny Simpson: Lateral derecho. No es uno de los nombres más recordados del Leicester campeón, pero Simpson fue pieza importante para el juego de los Foxes. Al ser un equipo que buscaba la verticalidad, el recorrido de los laterales a la hora de lanzarse al frente o de replegar cuando la pelota se pierde (transiciones defensa-ataque) debe ser importante y Simpson cumplió de manera exitosa ambas funciones, sobre todo la defensiva, dándole a Mahrez la libertad que necesitaba para hacer su juego. |
 Foto: zimbio.com | Wes Morgan: Defensa central. (Seleccionado jamaiquino) Capitán y escudo del Leicester City. Un central pragmático perfecto para las pretensiones del equipo. Sin mucha técnica, ni velocidad, pero sí un entendimiento táctico a la hora de posicionarse y ser un equipo compacto. Junto con Huth, la pareja de centrales más sólida de la liga. |
 Foto: zimbio.com | Robert Huth: Defensa central. La temporada 2015/2016 siempre recordará al muro albiazul. El central alemán sin ser un jugador de muchas condiciones supo formar un colectivo con Morgan que los volvió una de las defensas más férreas del campeonato. Una presencia física importante y un excelente juego aéreo son dos de las características más importantes del alemán, la tercera y más importante es haber podido rendir a un nivel altísimo a pesar de sus deficiencias como jugador. |
 | Christian Fuchs: Lateral izquierdo. Mientras la lateral derecha tenía jugadores de más proyección al ataque, el carril izquierdo fue uno de más recorrido defensivo. Fuchs al no ser tan rápido se apoyaba mucho en Albrighton. Su gran virtud fue saber trabajar en bloque, una primera línea muy bien trabajada y organizada que no se puede entender sin la participación de Fuchs. |
 | Danny Drinkwater: Mediocentro-contención (seleccionado inglés). El equilibrio en la mitad de la cancha para los Foxes y el complemento perfecto para los constantes movimientos de N’Golo Kanté. El francés al estar siempre buscando anticiparse y robar el balón, necesitaba de alguien que cubriera sus espaldas y ahí estaba Drinkwater, siendo un escudo para contener los ataques de los rivales. Mucho sacrificio defensivo, sí, pero también capacidad para presionar alto y poner un pase entre líneas a los extremos o a los delanteros. |
 | N’Golo Kanté: Mediocentro-Pivote (seleccionado francés). La historia de Kanté es increíble. El ejemplo de lo que el trabajo y el potencial sumados pueden lograr. El francés llegó esa temporada del modesto equipo francés S.M Caen por aproximadamente 8 millones de euros y rápidamente se convirtió en uno de los pilares de este Leicester. Rápido, inteligente y sobre todo acertado. Kanté fue el que más balones robó en esa temporada y con una efectividad sorprendente. Su constante presión alta hacía que los Foxes pudieran adelantar líneas con facilidad, permitiéndoles atacar con más frecuencia. Un futbolista todoterreno, el amuleto táctico para que la maquinita llamada Leicester City tuviera tanto éxito. |
 | Riyad Mahrez: Extremo derecho (seleccionado argelino). Un enganche disfrazado de extremo, el jugador diferente de los Foxes. La importancia de Mahrez a diferencia del de Drinkwater o de los centrales no radicó en lo colectivo, sino en el talento individual. Cuando las cosas no han ido bien y los partidos se han ido apretando, Mahrez ha sabido sacar algo de la manga para solucionar las cosas. Recibir abierto en banda y buscar la línea final como buen extremo, buscar un pase decisivo a Vardy para potenciar su velocidad o fabricarse una jugada el solo aprovechando su extraordinaria zurda y su capacidad para regatear por fuera o por dentro. El éxito del Leicester no se entiende sin un jugador tan disruptivo. |
 | Marc Albrighton: Extremo izquierdo/derecho-volante. Un inamovible del 11 de Ranieri. En campañas pasadas Albrighton ocupaba un rol secundario, entrando de cambio por el volante/extremo en turno, Shclupp por ejemplo, pero con Ranieri encontró la regularidad que necesitaba para ser un jugador importante. Sus constantes apoyos y facilidad para recibir desmarcado han sido una ayuda para las pretensiones del Leicester de lograr transiciones rápidas que pongan a los delanteros en buena posición. Definitivamente más apoyo defensivo para Fuchs que Mahrez con Simpson, se entiende por las condiciones del 11 albiazul. Jugador sin muchos focos, pero importante para el esquema táctico. |
 | Shinji Okazaki: Delantero centro (seleccionados japonés). Los focos y los elogios se los ha llevado Vardy, pero en gran parte ha sido Okazaki el que ha permitido que esto fuera posible. A nivel defensivo un desgaste importante, siendo el primero en presionar, manteniendo el bloque compacto y dándole oportunidad a los extremos de estar un poco más libres en caso de recuperar el balón. A nivel ofensivo, ser un pase entre líneas cuando los movimientos al espacio no funcionaban (una especie de enganche), explotar su buen juego aéreo para aprovechar los balones largos, o estar presente en el área cuando Vardy decide moverse a las bandas. Son muchas las virtudes que ha tenido el japonés para potencializar el juego del equipo. Un fichajazo esa temporada para los de Ranieri. |
 | Jamie Vardy: Delantero centro. (seleccionado inglés). La razón detrás del exitoso estilo ofensivo del Leicester City. En este artículo se ha hablado de las características del equipo para poder darle a Vardy la oportunidad de estar frente al arco, pero nada de eso sirve si el delantero no es acertado. Vardy ha sido el elemento de competitividad que necesitaba este equipo. Un delantero férreo y veloz que disputaba cada pelota como si fuera la última. Sus constantes movimientos verticales, su dinamismo y su efectividad a la hora de anotar le han permitido al Leicester ser lo suficientemente pragmático para no meterse en muchos líos, sin dejar de ser efectivo a la hora de atacar. El delantero perfecto para el histórico Leicester City. |
