Cómo llegan:
Japón, el equipo asiático con más renombre, ve en Qatar 2022 su séptima participación consecutiva en mundiales y busca dar la sorpresa en un grupo E que tiene como grandes favoritos a España y Alemania. Con una generación de jóvenes promesas que viene empujando, veteranos jugando en Europa y otros tantos jugando en la liga local, los nipones llegan a la justa árabe como un rival capaz de sacarle un susto a cualquiera.
La clasificación de los samuráis azules vino tras conseguir el segundo lugar en el grupo B de las eliminatorias asiáticas, tan solo un punto detrás de los halcones verdes. Una sorpresiva derrota ante Omán por 1-0 y otro apretado partido (1-0) ante los rivales directos (Arabia Saudita) fueron los únicos tropiezos que tuvo el equipo japonés. El resto de las eliminatorias fue bastante cómodo para los dirigidos por Hajime Moriyasu.
En mundiales el conjunto japonés no ha pasado de octavos, le ha faltado contar con jugadores que sepan manejar la ventaja en partidos complicados (se quedaron muy cerca ante Bélgica en el mundial pasado). La clasificación luce complicada; Japón tendrá que dar un salto de calidad si es que quiere competir ante las grandes potencias.
Equipo y estilo de juego:
El equipo nipón siempre se ha caracterizado por tener un estilo vertiginoso que impone un ritmo alto desde el minuto uno. Prueba de ello fue la gran participación de su selección sub-23 en los juegos olímpicos de Tokio 2020, donde obtuvieron el 4° lugar. Parecía que Japón daría paso a una generación de mucho talento, lamentablemente para los nipones sus jóvenes promesas no han logrado dar el salto de calidad esperado.
Como resultado Japón ha estructurado su base en función de jugadores más experimentados en Europa y en su liga local. En el dibujo Japón salta a la cancha con un 4-1-4-1 (4-3-3) que en diferentes facetas del partido se vuelve un 4-2-3-1.
En defensa Japón es un conjunto sólido que en repliegue aglutina a los mediocampistas para cubrir zonas interiores y deja en punta a sus dos extremos en busca de un contragolpe. No es su faceta de juego más fuerte, pero posee una línea de 4 bastante experimentada y reconocible. A excepción de la incorporación del joven jugador del Shalke 04: Kou Itakura. Japón se agrupa en primera línea con los experimentados Maya Yoshida (central), Hiroki Sakai (lateral derecho) y Yuto Nagatomo (lateral izquierdo), aunque seguramente será el jugador del Arsenal, Takehiro Tomiyasu, quien encuentre su sitio como central o lateral derecho en Qatar 2022.
Las responsabilidades del mediocampo son repartidas en función de las cualidades de los jugadores nipones. Wataru Endo funge como el equilibrio del conjunto japones. Es el mediocampista que más cuida la posición ante los movimientos de los dos volantes y el que hace de escudo por delante de los centrales para sumar más gente.
Hidemasa Morita es el volante más cercano a Endo en tareas defensivas. Un mediocampista con buena distribución y presión tras pérdida.
Ao Tanaka por su parte es el jugador que rompe todo en el equipo japonés. Se mete entre los dos contenciones para recibir el balón y comandar el ataque y una vez que descarga se suma al frente con mucho sentido. El tener dos mediocampistas de corte más defensivo cubriendo sus espaldas le da muchísima libertad a la hora de atacar. Los extremos son quienes suelen llevarse los reflectores, pero es Tanaka quien impone el ritmo del conjunto japonés.
Japón es un equipo bastante frontal y para ello, necesita jugadores que aceleren el juego en cuanto tienen la oportunidad. Takumi Minamino y Junya Ito cumplen el rol a la perfección. Ante la falta de regularidad de Takefusa Kubo (jugador del Mallorca cedido por el Real Madrid) y Ritsu Dōan (jugador del PSV). Minamino e Ito se han convertido en los jugadores más desequilibrantes de los samuráis azules.
El jugador del Liverpool es el hombre más determinante en el ataque japonés. Minamino parte como extremo pero su capacidad de jugar entre líneas lo hace ser más un enlace para la incorporación de sus compañeros o un segundo atacante dentro del área. Sus 10 goles en las eliminatorias asiáticas lo avalan.
Ito por otro lado tiene condiciones distintas. Un jugador más frontal, con buen poder asociativo y llegada al área. En velocidad, el jugador más peligroso del equipo japonés. Yuya Osako da el punto de experiencia en la delantera (carrera en Alemania). Un “9” de área con apoyos de arrastre para la llega de sus extremos o laterales en busca de diagonales.
Los dirigidos por Hajime Moriyasu enfrentan el grupo E sabiéndose víctimas junto con Costa Rica. Es la oportunidad para la selección japonesa de probar la evolución de su juego ante dos titanes de la competición. Nada que perder y todo que ganar para los nipones.
Director Técnico
Nacionalidad: 🇯🇵 |
Entrenador desde 2018 |
4-3-3 (4-1-4-1) o 4-2-3-1 (Formación escogida en base a condiciones de los volantes). |
Pocos altibajos en clasificación de la AFC. Estilo propositivo y vertical sin importar el rival. Subcampeón de Asia en 2019. |
Estrella
Takumi Minamino
El extremo del Mónaco es otro de los jugadores que sin destacar a nivel de clubes, se vuelve fundamental en su selección. En un equipo tan dinámico como el japonés, Minamino destaca por su capacidad de asociación y juego entre líneas. Un comodín ofensivo para suplir la ausencia de gol.