Cómo llegan:
España vivió en Rusia 2018 uno de los momentos más amargos de su historia antes de disputar una copa del mundo. Su entrenador Julen Lopetegui fue despojado del cargo justo antes de iniciar el torneo. Un proyecto que prometía ver brillar a España en la máxima competición de selecciones se venía abajo. Como era de esperarse, España no llegó lejos. Cayó eliminada sorpresivamente ante la anfitriona Rusia, dejando una sensación de un juego de posesión inoperante que claramente se vio afectado por las situaciones extra-cancha.
El nuevo proceso rumbo a Qatar 2022 vio al ex técnico del Barcelona, Luis Enrique, tomar las riendas y con él, un recambio generacional de 180°. El técnico español sorprendió con su convocatoria para la Eurocopa, dejando fuera a nombres recurrentes como Sergio Ramos, Sergio Canales, Dani Carvajal, y no convocando a ningún jugador del Real Madrid. En cambio, prefirió apostar por jugadores que no habían sido recurrentes en procesos anteriores como Pablo Sarabia o Dani Olmo.
Las decisiones del asturiano fueron muy cuestionadas, el recambio quizás había sido demasiado agresivo. Un turbulento arranque con dos empates dejaba muchas dudas. España terminaba como segunda de grupo detrás de Suecia. En las fases de eliminación directa, La Roja pasó por encima de Croacia en octavos, de Suiza en cuartos y cayó eliminada ante la campeona Italia en un partido que pudo haber sido para cualquiera.
La sensación tras la Eurocopa fue bastante positiva. Los españoles fueron de menos a más, mostrando que la juventud no sería un factor que les impidiera competir ante las grandes potencias.
Luis Enrique continuó su proceso y siguió llamando a jugadores jóvenes a pesar de las constantes críticas. Talentos como Gavi o Yéremy Pino han sido recurrentes en las convocatorias.
La siguiente prueba para la rejuvenecida generación española se presentó en la UEFA Nations League donde avanzaron como primera de grupo, dejando atrás a Alemania. En la semifinal del torneo esperaba su verdugo y reciente campeón de la Euro: Italia. Los españoles fueron superiores y tomaron su revancha tras vencer a los italianos por 2-1.
En la final, chocaban dos de las selecciones favoritas de cara al mundial. España y Francia se enfrentaban en un partido de pronóstico reservado. Partido muy parejo, con llegadas de los dos lados, polémica y sobre todo la confirmación de que son dos selecciones que aspiran a todo en Qatar 2022. El triunfo fue de Francia, pero España compitió de tú a tú durante todo el partido.
En las eliminatorias, España no tuvo problemas y consiguió su boleto directo con seis victorias, un empate y un solo descalabro. Parece que Luis Enrique tiene su base cimentada y solo algunos nombres cambiarán en su lista final. Con el asturiano, España volvió a ser España y es serio candidato para llegar lejos en Qatar 2022.
Equipo y estilo de juego:
La selección española es un claro reflejo de la evolución de Luis Enrique como técnico. Su idea de juego en sus días como técnico del Barcelona se ha visto trasladada a la Roja. Un fútbol ofensivo y vertical, que pretende hacer daño desde el minuto uno. El técnico español le dio un estilo reconocible (mucho que ver los jugadores convocados) y cambio la posesión inoperante por una mucha más arriesgada.
España se planta con un 4-3-3 clásico con variantes muy interesantes a la hora de ir al frente. La zaga juega un factor importante sobre todo con las salidas de balón de Eric García, principal atributo del canterano culé. A su lado, Aymeric Laporte es el central que más cuida la zona, sin complicaciones y con buena lectura de juego. Si eso no funciona siempre está la opción de un Pau Torres en gran forma o un central con proyección como Diego Llorente.
El eje de todo el juego español es el pivote Sergio Busquets, jefe del mediocampo. Busquets se coloca por delante de los centrales para ser el director de orquesta. Su visión y precisión le dan mucha seguridad en la salida a España.
Más adelante los laterales realizan una función muy característica del equipo de Luis Enrique. Jordi Alba/Marcos Alonso y César Azpilicueta/Dani Carvajal se colocan casi a la altura de los interiores, lo que forma un 3-4-3 en donde los laterales ocupan espacios por el medio y son los extremos quienes tienen libertad para darle amplitud a la cancha.
En ese mediocampo es Pedri el jugador disruptivo del conjunto español. Su capacidad de recibir y girar jugando entre líneas le abre muchos espacios a España, en banda o al espacio. Del otro lado Luis Enrique puede optar por jugar con un jugador con mucho sacrificio como Koke; darle más solidez al mediocampo con Rodri como acompañante de Busquets; tener fluidez y calidad en el mediocampo con Thiago Alcántara o darle la oportunidad a un emocionante talento como Gavi que da mucho en juego y en la presión tras pérdida. Todo depende de qué tan agresivo quiera ser el asturiano.
La última línea del equipo español tiene también mucha calidad. Ferran Torres es un inamovible en el esquema de Luis Enrique. Partiendo sobre todo por banda derecha, el jugador del Barcelona le da mucha amplitud al equipo español, para después recorrer hacia el centro como un delantero más. Estos movimientos le permiten a los laterales participar constantemente por las bandas y de paso desacomodan a la defensa rival. Los laterales rivales quedan pendientes de los arrastres en diagonal y terminan cediendo espacios.
El mismo caso ocurre con Mikel Oyarzabal, Marco Asensio, Dani Olmo o Pablo Sarabia. Son justamente estos movimientos los que hacen impredecible el juego ofensivo del conjunto español.
La única duda en el once es el centro delantero. Luis Enrique ha rotado en busca de su hombre ideal. Morata parece ser el más cercano a serlo, aunque no convence del todo. En la pelea están: Raúl de Tomás si se quiere un «9» más físico; Gerard Moreno como un delantero más de asociación, capaz de jugar como delantero nominal o como delantero por banda en lugar de algún extremo; o como tercera opción el propio Dani Olmo u Oyarzabal para hacer de falso «9» en busca de desacomodar a los centrales.
Con lo propositivo que es España se entiende que su plan defensivo sea siempre el de la presión alta tras perdida, en busca de recuperar lo más pronto posible el balón. Los 3 de arriba presionan la salida del rival en busca del pelotazo o el error de los centrales y son acompañados por uno de los interiores (Gavi/Koke/Thiago) cuya función específica es evitar la conexión entre los centrales y los mediocampistas rivales. Si el interior es otro (Rodri) esperaran unos metros más atrás.
El problema radica en si la presión no resulta y la línea es superada. La suma de tanta gente hacia el frente deja a España desprotegida y a menudo son los centrales y los laterales en repliegue quienes quedan mano a mano con los atacantes, quienes aprovechan los movimientos de sus compañeros a la espalda de los defensores españoles para hacer daño. Un sacrificio que se debe pagar al ser un equipo tan vertical.
Lo más destacado de esta selección española es que a pesar de las rotaciones y la cita de diferentes jugadores, la idea no cambia. El plan de juego solo parece evolucionar y el grupo se ve cada vez más comprometido con lo que quiere su técnico. No hay duda de que España será uno de los grandes animadores de esta copa del mundo.
Director Técnico
| Nacionalidad: 🇪🇸 |
| Entrenador desde 2018 |
| 4-3-3 (3-4-3) inamovible. Formación cambiante dependiendo de las fichas. |
| Semifinalista de la Euro. Subcampeón UNL 2021. Recambio generacional inmediato. Trasladó su idea en el Barca a la Selección (equipo vertical y propositivo sin dejar de lado la posesión). Primera línea con dudas. |
Estrella
Pedro González «Pedri»
El «Golden Boy» tuvo un ascenso meteórico desde su incursión en el primer equipo del Barcelona. El líder (junto con Gavi) de una generación que promete devolver a España a lo más alto. Interior clavado con mucha facilidad para habilitar o llegar desde segunda línea. Jugador diferente por condiciones y madurez.
