Cómo llegan:
Los diablos rojos llegan a Qatar 2022 con la que pueda ser su última oportunidad de conquistar el campeonato del mundo. La camada comandada por Kevin de Bruyne y Eden Hazard logró su confirmación como la generación de “oro” en Rusia 2018, donde obtuvieron el 3° puesto (mejor participación). Cayendo solo en semifinales ante la actual campeona del mundo: Francia.
Sin embargo, queda la espina de no haber podido consolidar su éxito reciente con un título. La justa árabe pinta para ser el último mundial donde sus estrellas estarán a tope. Es todo o nada para un conjunto belga que lleva años perfeccionando su modelo de juego y que últimamente ha caído en un bache; por lo menos en torneos internacionales y en partidos recientes de la UEFA Nations League.
Tras su histórico tercer lugar, Bélgica decidió darle continuidad al proyecto comandado por Roberto Martínez. Los belgas como es costumbre han navegado las eliminatorias de la UEFA sin problema alguno. Quedaron como líderes invictos del grupo E, en un grupo con Gales y República Checa como principales amenazas. La constancia de juego como principal atributo, es lo que le ha permitido a los de Martínez avanzar con comodidad.
El problema para los diablos rojos ha venido en las fases de eliminación directa disputadas en torneos internacionales.
La Eurocopa 2020 vio avanzar a Bélgica como primer lugar del grupo B, vencer en octavos por la mínima a la irregular selección portuguesa de Cristiano Ronaldo y ser superada con autoridad en cuartos ante la campeona Italia.
La UEFA Nations League 2021 no fue diferente para los diablos rojos. Quedaron en primer lugar por encima de Inglaterra y Dinamarca en el grupo A2, y obtuvieron su pase directo a las semifinales del torneo contra Francia.
En el partido contra los campeones del mundo desperdiciaron una ventaja de dos goles para terminar cayendo por un marcador de 3-2. Posteriormente en la lucha por el tercer lugar, volvieron a caer ante Italia. Un cuarto puesto que no agrado mucho a los de Martínez.
El problema con la selección belga parece ser que, en los enfrentamientos ante rivales de peso, es capaz de competir y ganarles la iniciativa durante gran parte del encuentro. Es en los momentos de tensión donde sus rivales parecen estar un escalón arriba. La parte mental será fundamental en una selección belga que línea por línea, está al nivel de las grandes aspirantes a llevarse el título.
Equipo y estilo de juego:
El proceso iniciado en 2016 con el entrenador español Roberto Martínez continua su ciclo. Su increíble tercer lugar en Rusia 2018 lo confirmó como uno de los grandes estrategas a nivel de selecciones. Martínez ha impuesto en Bélgica un estilo reconocible, cuya formación predilecta e inamovible es el 3-4-3 o el 3-4-2-1.
El sistema de juego no ha cambiado mucho desde la última justa mundialista. Los diablos rojos son un equipo que disfruta de tener la pelota, pero también de un juego más vertical que explote las cualidades de sus jugadores.
Es en defensa donde Bélgica ha ido perdiendo terreno. Sus centrales pasaron de competir en un nivel muy alto a fichar por clubes en ligas menos exigentes (caso Alderweireld y Vertonghen) y sus centrales más jóvenes: Denayer y Boyata no terminan por convencer. A la hora de cerrar espacios, Bélgica sigue siendo un conjunto muy bien trabajado, pero es evidente que carece de una zaga de primer nivel.
La fase de construcción del conjunto belga viene desde sus centrales: Jason Denayer y los veteranos Toby Alderweireld y Jan Vertonghen. Jugadores de buen pie que pueden conducir unos metros para abrir la cancha y conectar con sus laterales/carrileros o sus mediocampistas.
En el doble pivote están: Axel Witsel y Youri Tielemans, (Leander Dendoncker como segunda opción), ambos con condiciones para sacar el balón; aunque es Tielemans quien suele estar más suelto y Witsel quien guarda la posición.
Es difícil encontrar un equipo que juegue con línea de tres cuyos carrileros compartan las mismas características y por ende puedan realizar funciones similares. En el caso de Bélgica el carril derecho es mucho menos ofensivo que el izquierdo. Timothy Castagne y Thomas Meunier son jugadores de corte más defensivo. Laterales capaces de incorporarse al frente, pero con mucho más sentido del recorrido defensivo que requiere la posición.
El carril izquierdo es punto y aparte. Thorgan Hazard y sobre todo Yannick Ferreira Carrasco son carrileros de mucho más encare. Thorgan es un elemento más de un juego entre líneas. Es Carrasco quien, por sus condiciones ofensivas, es capaza de dar mucha amplitud por la banda. Sus enganches hacia el centro para buscar disparar o combinar con sus compañeros le dan a los diablos rojos mucha versatilidad por el lado izquierdo. Una posición que ha venido trabajando también en su club (Atlético de Madrid).
De ¾ para adelante se encuentra el jugador más importante de esta selección. El multifacético Kevin De Bruyne es capaz de realizar todas las funciones en fase de creación. Su rol de creador de juego lo hace ser un lanzador por delante de los pivotes, un enlace entre líneas que conecte con los hombres de ataque o un falso «9» cuando Lukaku se tira por banda. Un futbolista vital en el esquema de Roberto Martínez.
El volante/media punta y complemento perfecto en el ataque es Eden Hazard, jugador que ve afectada su participación por la falta de regularidad en su club. Hazard es un jugador de condiciones extraordinarias. Un “10” disfrazado de extremo capaz de cambiar el partido en cualquier instante. Ojalá se pueda ver su mejor versión.
Si el jugador del Real Madrid no está para competir de arranque, el perfilado número como opción ofensiva es Hans Vanaken. El jugador del Club Brugge lleva la delantera por sus condiciones de poder jugar como un mediocampista más, acompañando al doble pivote o un media punta cerca de Kevin De Bruyne.
La delantera es garantía para los dirigidos por Martinez. Romelu Lukaku domina a la perfección la formación (sus últimos dos clubes jugaban con un esquema similar). Lukaku es una amenaza constante por su capacidad de realizar diferentes funciones en el eje de ataque. Puede jugar de poste para retener el balón en busca de la llegada de sus media puntas o carrileros; retener y girar de cara al área o buscar los espacios profundos por banda que le permitan sacar a los centrales del área. Un “9” muy físico que aprovecha la explosividad que le caracteriza.
Última oportunidad para una generación muy talentosa que se ha quedado corta en su intento por consumar su proyecto.
Director Técnico
Nacionalidad: 🇪🇸 |
Entrenador desde 2016 |
3-4-3 0 3-4-2-1 inamovible (carril izquierdo más profundo) (Mediapuntas en lugar de extremos). |
3° lugar en Rusia 2018 con juego vistoso. 4° UNL. Pocos cambios en el proceso. Vertical (Lukaku fundamental) o paciente en construcción. Veteranía en defensa. |
Estrella
Kevin De Bruyne
Tomó la batuta ante la baja de juego de Hazard y se ha convertido en el eje del juego belga. El jugador del Manchester City es vital a la hora de habilitar a sus compañeros, ya sea en faceta de construcción o verticalización como mediocampista retrasado o mediapunta. Un futbolista con entendimiento de los espacios como pocos.