Cómo llegan:
El gran favorito del grupo E para avanzar junto con España es el conjunto alemán. Será la primera vez desde Sudáfrica 2010 que los teutones se presenten sin el entrenador Joachim Löw. En su lugar estará su asistente en la selección alemana y ganador del sextete con el Bayern: Hansi Flick.
Alemania viene de descalabros durísimos que dejaron en claro que el ciclo con Löw había terminado. Tras coronarse campeones en Brasil 2014 con un fútbol que los recalcó como una superpotencia; Die Mannschaft siguió con la inercia de los anteriores campeones del mundo (Italia campeón 2006-eliminada en primera ronda en 2010, España campeón 2010-eliminada en primera ronda en 2014) y cayó sorpresivamente en la fase de grupos, dejando una imagen tristísima.
Lo que siguió para el equipo alemán no fue mucho mejor (derrota histórica frente a España) y Löw anunció que la Eurocopa 2020 sería su último torneo como seleccionador.
Los teutones compartieron el grupo de la muerte junto con Francia y Portugal y lograron avanzar como segundos de grupo, para posteriormente ser claramente superados por Inglaterra en los octavos de final. Llegaba a su fin un proceso con altas y bajas pero que dejó a Alemania muy cerca de Brasil como máximos ganadores de las copas del mundo.
Con Hansi Flick al mando, el equipo ha rejuvenecido. Los teutones arrasaron en las eliminatorias de la UEFA, sacándole nueve puntos de diferencia a su más cercano perseguidor (Macedonia del Norte), lo que les permitió clasificarse con antelación a la copa del mundo.
Una mezcla de veteranos como: Thomas Müller, Manuel Neuer e Ilkay Gündogan combinado con jugadores jóvenes asentados en la élite europea como: Kai Havertz, Jamal Musiala o Leroy Sané, le dan a Alemania un estilo de juego definido y una proyección para Qatar 2022 que promete devolver a la tetracampeona del mundo a los primeros lugares.
Equipo y estilo de juego:
En el corto tiempo de Hansi Flick como seleccionador, se ha visto su intención de trasladar la idea de juego plasmada en su histórico Bayern Múnich, empezando por la formación, y es que Flick cuenta con el respaldo y la confianza de varias de las estrellas que dirigió en esa etapa.
Tras la derrota en la Eurocopa, Flick cambio la línea de 3 con la que los teutones enfrentaron el torneo y posicionó a sus jugadores en un 4-2-3-1. Solo regresando a un 3-4-2-1 contra rivales de menor exigencia. El ex Bayern es un entrenador con una idea diferente a su antecesor, por lo menos en el pasado reciente. Prefiere el sacrificio de un carrilero con tal de sumar un hombre más al frente. De esta forma podrá proponer mucho más con el balón mediante la búsqueda de movimientos de los hombres de arriba por carriles interiores.
El talento de mediocampo hacia delante del conjunto alemán es su gran diferenciador. El doble pivote tiene a Joshua Kimmich como inamovible. El jugador del Bayern Múnich domina todas las facetas del juego a la perfección. Capaz de distribuir desde la salida, poner un pase de gol en movimiento o desde la táctica fija, además de darle mucha cobertura al campo en la presión tras pérdida. Por si fuera poco, también es capaz de jugar como carrilero, central o lateral por derecha si es necesario. Un mediocampista completísimo.
A su lado está por verse si será Ilkay Gündogan o Leon Goretzka quien acompañe como segundo contención. Goretzka como un mediocampista todoterreno y Gündogan como un mediocampista más técnico. Jugadores de condiciones diferentes pero capaces de incorporarse al frente en ataque posicional.
En ataque las variantes ofensivas de los teutones son amplias. La versatilidad de sus jugadores permite acomodarlos en diferentes posiciones.
La posición de “10” es fundamental en el equipo alemán. Dada su intención de jugar mucho por zonas interiores, el enlace es el jugador por el que más bolas pasan a la hora de buscar abrir espacios en la defensa rival. No extraña que sea la posición donde hay más cambio de jugadores. Marco Reus, Kai Havertz y Thomas Müller son las opciones más frecuentes. El escogido dependerá mucho del rival y por ende de lo que busque proponer Flick.
Reus es un enlace puro, fija su posición entre líneas para en uno o dos toques habilitar a sus compañeros.
Havertz es el más polifuncional de los tres, capaz de jugar como mediapunta, extremo por ambas bandas o como centro delantero. Su capacidad de jugar de espaldas para buscar movimientos de arrastre y su facilidad para darle continuidad a la jugada lo hacen destacar en cualquier posición donde lo pongan, aunque es justo de media punta donde se siente más cómodo.
Por último, está Müller. Un histórico del conjunto alemán que durante los años ha ido modificando su posición. Desorganizado para algunos, brillante para otros. Los números del atacante alemán no mienten; es un jugador diferencial que aparece en cualquier momento y en todos los lugares de la cancha, especialmente por banda derecha y detrás del delantero. Sus movimientos son capaces de desacomodar a cualquier defensa. Difícil pensar que no sea titular en la justa mundialista.
Otro jugador que vale la pena destacar es el joven jugador del Bayern Jamal Musiala que a sus 19 años ha sabido hacerse un hueco en el gigante alemán y es un serio candidato a ocupar alguna de las posiciones de ataque si alguno de los titulares cae en rendimiento.
Los extremos y el delantero centro parecen estar cubiertos. A menos que se juegue con Müller y Havertz alternando posiciones, las bandas serán ocupadas por Serge Gnabry y Leroy Sané. Dos jugadores sumamente verticales y decisivos, capaces de intercambiar posiciones jugando por dentro o de explotar la banda en el uno contra uno. El punto de desequilibrio de esta selección.
En el caso del centro delantero, Timo Werner es casi un inamovible. El 9 del Chelsea está lejos de ser un delantero de área. Inteligente en sus movimientos al espacio, capacidad asociativa y rapidez en campo abierto. Condiciones perfectas para el juego alemán.
El punto de flaqueza del equipo viene desde su primera línea. Antonio Rüdiger es la única pieza fija en la zaga alemana. El otro central y sobre todo los laterales son los que más varían. Nico Schlotterbeck, Matthias Ginter y Niklas Süle son las opciones más próximas, aunque también se ha llegado a utilizar al jugador del PSG Thilo Kehrer por sus condiciones de jugador de banda.
Las laterales son el verdadero problema en el conjunto teutón. A excepción de David Raum (el mejor en las eliminatorias), Christian Günter y Robin Gosens por el lado izquierdo y Lukas Klostermann, Benjamin Henrichs y Thilo Kehrer por el lado derecho no logran dar la solidez en defensa que busca Hansi Flick. Importante que el estratega alemán encuentre su línea de “4” ideal que le permita ser un conjunto que se sienta cómodo sin balón.
Hay razones de sobra para entusiasmarse con el nuevo proceso de la aplanadora alemana. La combinación de una generación de jugadores muy destacada y un entrenador que probó las mieles del éxito muy temprano en su carrera, hacen pensar que los éxitos para este conjunto no tardaran en llegar. Qatar 2022 será la primera prueba ante selecciones con más recorrido, que también vienen haciendo bien las cosas.
Director Técnico
Nacionalidad: 🇩🇪 |
Entrenador desde 2021 |
4-2-3-1 (Bloque adelantado) o 3-4-2-1 (Rivales menos fuertes). |
Trasladó su idea con Bayern a la selección (ayuda contar con elementos de esa etapa). Mayoría de juego ofensivo por carriles interiores, pero también profundidad por banda. Equipo dinámico y frontal con balón. Espacios atrás (zaga por definir). |
Estrella
Joshua Kimmich
El polifuncional jugador alemán funge como el equilibrio en un ofensivo equipo teutón. Kimmich es el eje por donde pasan todos los balones, un mediocampista capaz de habilitar desde cualquier zona del campo. Sin muchos atributos físicos, pero sí un posicionamiento y entendimiento del juego como pocos. Un comodín inamovible.